martes, 31 de mayo de 2011

Origen del maquillaje





El hombre, comparado con el animal es, según Arnold Gehlen, un «ser desprovisto» (Mángelwesen), un ser lleno de defectos que en un nivel orgánico no está caracterizado ni diferenciado en lo referente a los instintos, sin «ambiente» natural y, por tanto, obligado a crear por sí mismo, con su propia actividad, las condiciones de su existencia, su propio mundo.

Lo que en relación con el animal puede, en un primer momento, calificarse como defecto, si lo miramos desde otro punto de vista resulta ser una ventaja: precisamente como «ser desprovisto», el hombre está destinado a convertirse en un Prometeo que compensa su propia inadaptación natural creando una «segunda naturaleza», la cultura. Precisamente en este sentido de insuficiencia podría determinarse una de las razones de base que ha inducido ya a los hombres primitivos a modificar su propio cuerpo desnudo con pinturas, tatuajes y adornos con el fin de perfeccionarlo.

La vida de los pueblos primitivos estaba caracterizada en gran medida por la influencia de la magia y de los espíritus, a los que se les atribuía el origen de todos los males, de otra forma incomprensibles. Sucesos nefastos como la muerte, la enfermedad o las catástrofes de la naturaleza se creían determinados no por causas naturales, sino por una magia hostil desarrollada por otros hombres, por la acción de espíritus o por otras fuerzas mentales no encarnadas en una forma física. La imposibilidad de defenderse con otro tipo de magias alternativas, cuyas prácticas generalmente pocos especialistas conocían, se contrarrestaba llevando encima amuletos que ahuyentaban, según la opinión general, las influencias maléficas sin la necesidad de una intervención directa.

La ornamentación, particularmente la practicada sobre los orificios del cuerpo tiene su origen sobre todo en este intento mágico inicial de protegerse de los espíritus; se creía que las influencias maléficas de un mago o de un espíritu podían penetrar fácilmente a través de estas aberturas y por ello se adornaban las orejas, la boca, la nariz, etc. con amuletos y otros objetos mágicos, cuya función era defensiva. En algunas culturas el uso de aros y anillas en torno al cuello tiene su origen en una intención evidentemente mágica.

Efectivamente, en los pueblos primitivos la pintura del cuerpo, el tatuaje y los elementos ornamentales en general tienen como punto de partida la región genital y muy a menudo están en relación con fenómenos específicos de la vida sexual, como, por ejemplo, el rito de iniciación de la pubertad y en el matrimonio.

En relación con este tema me parecen pertinentes las consideraciones de Jean Huizinga, que acusa a la etnología y a sus ciencias afines de haber dado muy poco relieve al concepto de juego. Afirma que «la civilización humana surge y se desarrolla en el juego y como juego»; incluso considera que «éste es más antiguo que la cultura».

Refiriéndose a la concepción de Friedrich Schiller, que habla de un impulso innato hacia el juego, Huizinga encuentra en el hombre «una instintiva y espontánea necesidad de adornar», a la que asigna con razón una función lúdica. «La selvática extravagancia de las máscaras de los pueblos primitivos, el entrelazado de figuras en los fetiches, la mágica mezcla de motivos ornamentales, la contorsión caricaturesca de figuras humanas y animales suscitan en la mente la asociación con el plano lúdico».

En los pueblos que viven en estado natural, este aspecto lúdico de la ornamentación está particularmente difundido, como también sucede en los niños.

El hombre, desde los albores de su historia, ha intentado huir instintivamente del riesgo de la homogeneidad que representa la piel, al constituir un «uniforme» común para todos los seres humanos, haciendo uso de la pintura corporal, del tatuaje, de los ornamentos y del vestido: embellecerse significa diferenciarse.


Se trata de un fenómeno típicamente humano que no se encuentra en el mundo animal, en el que en cambio sólo se puede observar una instintiva exhibición de aspectos naturalmente bellos.

La ornamentación del cuerpo, ya en el hombre primitivo, respondería a esta innata necesidad de salvaguardar y afirmar la propia individualidad y también a la exigencia que presenta el individuo de manifestar y comunicar a los componentes del grupo social al que pertenece sus características y cualidades, así como la actividad que éstas llevan consigo, como sucede, por ejemplo, en el caso de los trofeos de caza y de guerra. Entre los pueblos primitivos, este significado social de diferenciación a través de la ornamentación estaba determinado de todas formas por factores naturales como la edad, el sexo o las capacidades personales, y no surgía, como sucedería más tarde con el fenómeno de la moda, con motivo de factores sociales y económicos en relación con la división de la sociedad en clases.




Antonio Bergamasco.


Montevideo Comics, 2011



Fotos de Martín y Santiago Batallés




























































































lunes, 16 de mayo de 2011

Disfruta de Perú !!!


Hoy me mando un mail una gran amiga con un link sobre el documantal de la camapaña Perú. Me parecio interesante compartirlo.

PARA LA GENTE QUE APRECIO, WHO KNOWS PERU, O NO LO CONOCEN, O LO EXTRAÑAN O LO HAN OLVIDADO, O QUIEREN CONOCERME MEJOR.
TOMATE TU TIEMPO, DESCARGA EL VIDEO Y ...DISFRUTA DE PERU !!!.



http://www.youtube.com/watch?v=uXTpG1-g7uE&NR=1

viernes, 13 de mayo de 2011

Frida Kahlo



"Yo quisiera... poder hacer lo que me de la gana detrás de la cortina de "la locura". Así: arreglaría las flores, todo el día, pintaría el dolor, el amor y la ternura, me reiría a mis anchas de la estupidez de los otros, y todos dirían: pobre! esta loca (sobre todo me reiría de mi estupidez) construiría mi mundo que mientras viviera seria mío y de todos...”

Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón nació en 6 de junio en Coyoacan, un pueblo de la periferia de la cuidad de México. Fue hija de Matilde Calderón y González, una mestiza católica y de Guillermo Kahlo, fotógrafo judío de ascendencia germano-austrohúngara. El 7 de Julio de 1910 estalla la Revolución Mexicana y Frida Kahlo reivindica ese año como el día de su propio nacimiento.

La niñez de Frida fue muy triste. A los seis años tuvo la polio, lo cual la dejó con una pierna mucho más corta y delgada que la otra, para el resto de su vida. Esto siempre la acomplejó.

A los 16 años de edad Frida Kahlo toma clases con el ilustrador publicitario Fernando Fernández, amigo de su padre. Regresando de la escuela sufre un trágico accidente tras chocar el autobús en que iba sentada contra un tranvía, le produjo como consecuencia unas tremendas lesiones físicas que arrastraría de manera latente a lo largo de su vida (incapacitada parcialmente de forma crónica). Traducidas en insufribles dolores y repetidas intervenciones quirúrgicas (32 en total). Fue sin embargo este hecho circunstancial y dramático, el principal detonante para su dedicación plena al desarrollo de sus facultades como artista, ya que en el largo proceso de convalecencia fue en el momento que perfeccionó la técnica pictórica.




Nada vale mas que la risa. Es fuerza reír, y abandonarse, ser ligero. La tragedia es lo más ridículo que tiene "el hombre" pero estoy segura que los animales, aunque "sufren" no exhiben su "pena" en "teatros" abiertos ni "cerrados" (los hogares). Y su dolor es más cierto que cualquier imagen que pueda cada hombre “representar".









En 1922 asiste a uno de los centros educativos más prestigiosos del país: Escuela Nacional Preparatoria de la capital mexicana. Periodo estudiantil en el que no prestó excesiva atención a los estudios y se vio envuelta en alguna que otra "trastada" contra el profesorado. En ese tiempo se inicia el movimiento mexicano de muralistas, el gobierno promueve la creación de murales en iglesias, escuelas, bibliotecas y edificios públicos; allí conoce a quien sería mas tarde su esposo, el afamado naturista Diego Rivera.




En 1929, Frida contrae matrimonio con Diego, fue un matrimonio apasionado y alocado, entre dos personas de caracteres extremadamente fuertes. Durante su matrimonio, se sucedieron los amantes por parte de ambos conyugues. Frida y Diego se divorciaron, pero antes de que transcurriera un año, se volvieron a casar. Frida era tan infiel como su marido, y tuvo como amantes tanto a mujeres como a hombres. Algunos de sus amantes fueron: Georgia O'Keefe, María Felix, León Trotsky y Nicolás Murray.

A pesar de las infidelidades, refiriéndose a su marido, Frida decía: "Ser la mujer de Diego es la cosa mas maravillosa del mundo. Yo le dejo jugar al matrimonio con otras mujeres. Diego no es el marido de nadie y nunca lo será, pero es un gran compañero". Por otro lado también decía: "He sufrido dos grandes accidentes en mi vida: uno fue en autobús y el otro Diego". Este tipo de contradicciones son una muestra del tipo de relación turbulenta que tenía la pareja.

"Si tan solo tuviera cerca de mi su caricia. Como la tierra al aire se la da. La realidad de su persona me haría mas alegre, me alejaría del sentido que me llena de gris. Nada en mi ya seria tan hondo, tan final. Pero como le explico mi necesidad enorme de ternura!, mi soledad de años, mi estructura inconforme por inarmónica, por inadaptada. Yo creo que es mejor irme, irme y no escaparme. Que todo termine en un instante, ojala..."



















Rivera, describía su arte de la siguiente manera: "Yo la recomiendo, no como esposo sino, como un entusiasta admirador de su trabajo, ácido y tierno, duro como el hierro y delicado y fino como el ala de una mariposa".

Las dos Fridas aparecen dos figuras: una vestida con el traje tradicional (con el que se casó) y la otra con uno a la moda de la época; de tal manera que se centra en mostrar la dualidad en Frida, la que Rivera amó y aquella que ya no amaba. Sintetizando este simbolismo con la rotura de la arteria que las unía en obvia relación con ruptura de sendas y propias personalidades.




En 1940 aumenta el prestigio artístico de Kahlo, en enero sus dos lienzos mas grandes "las dos fridas" el actualmente extraviado "la mesa herida", se incluyen en la exposición Internacional de Surrealismo, organizada por Breton y Paales en la Galería de Arte Mexicano. Asimismo exhibe parte de su obra en el Museo de Arte Contemporáneo y Artes Graficas de México, en el Palacio de Bellas Artes de San Francisco y en la exposición Veinte Siglos de Arte Mexicano inaugurada en el Museo de Arte Moderno de Nueva York.

En lo que respecta a su estilo, se marca como figuración renovada. En 1938 André Breton, principal teórico y fundador del movimiento surrealista, viajó a México a fin de reunirse con Diego Rivera y León Trotsky (antiguo dirigente de la URSS), buscado y capturado por las fuerzas stalinistas y alojado durante su exilio mexicano en la casa del esposo de Frida: Diego Rivera y cuyas ideas se vinculaban con la revolución. Tras llevar a cabo la reunión, en su visita al estudio del comunista soviético y observar un autorretrato obra de Kahlo, quedó realmente impresionado ante su estilo y le ofreció incorporarse a dicho movimiento. Ahí conoce a Kandinsky y a Picasso, así como a otros miembros del círculo surrealista de Breton, incluyendo a Max Ernst, Paul Eluard, Joan Miro. Yves Tanguy y Wolfgang Paalen. Y la invitan a exponer en Nueva York y París.

La pintora no se adscribió en toda su trayectoria artística a la corriente surrealista, pese a presentar su producción una estética cercana a la propuesta de Breton. Ella misma años después afirmó: "Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad".

Por lo que se refiere a la temática de sus cuadros, en la mayoría de las ocasiones gira en torno a la representación de su propio cuerpo, ya sea en forma de autorretrato cumpliendo unos cánones concretos: mirada fija y pensativa, cejas pobladas y unidas, adusta expresión e hierática posición de su torso y naciente "bigotillo"; o bien intentando plasmar el martirio que suponen en su persona las extremas dolencias físicas derivadas del accidente. Sufrimiento que no empaña de ningún modo el minucioso cuidado de las formas o la portentosa creación de paraísos oníricos inmersos en una naturaleza surreal junto con un toque primitivo y propio del lejano aroma original de los ancestros americanos. Salpicados en la mayoría de las ocasiones con fondos exóticos con exuberante vegetación, animales o flores.






De igual manera en sus cuadros se vislumbran ciertas referencias a su peculiar sexualidad, la tempestuosa y pasional relación junto a su esposo Diego Rivera o la lucha interna constante entre la insólita, desprejuiciada y rebelde imagen que proyectaba frente su apagada valoración personal unida a un proclive sentimiento de soledad.

Ella misma explicó su tendencia a retratarse así: "Me pinto a mi misma porque estoy a menudo sola y porque soy la persona a la que mejor conozco."

Además resulta relevante y es conveniente resaltar los tres abortos que sufrió a lo a lo largo de su vida, los cuales afectaban en gran medida su enorme sensibilidad y cuyo dolor sublimaba al verterlo en diversas obras acerca de su experiencia vital. Así el primer aborto y posiblemente el más amargo de todos, la inspiró para la realización de dos de sus obras fundamentales: Henry Ford Hospital junto a Frida y el aborto.

En la última y única exposición que la artista pudo realizar en su país, una vez más Frida escandalizó a la gente. Estando enferma, hizo que la trajeran a la exposición, a la Galería de Arte Contemporáneo en camilla. La dejaron en medio de la sala y ella se dedicó a distraer al público, contando chistes y bebiendo. A continuación se dirigió a la prensa y dijo: "Yo no estoy enferma. Estoy rota." La exposición fue todo un éxito.




Recluida en su casa durante la última época de su vida y postrada en la cama con una pierna amputada poco antes de morir (tenía gangrena). Falleció a causa de una embolia pulmonar, aunque algunos sospechan que se debió a un suicidio previa sobredosis (la autopsia no se ha realizado nunca), a la edad de 47 años.

Actualmente su obra está presente en la cultura popular y goza de un alto prestigio mundial, que la sitúan como una de las pintoras de mayor reconocimiento del siglo pasado, así como un icono de transgresión y progreso para el colectivo feminista tanto en su original y rompedora estética, como en su independiente manera de ver la vida alejada de la sinergia masculina. Son múltiples en este sentido los reconocimientos hacia su fructífera herencia, ya sea mediante exposiciones retrospectivas, películas (Frida, 2002 de Julie Taymor y protagonizada por Salma Hayek) o referencias a su ingente influencia en otros artistas.

"Realmente no sé si mis pinturas son surrealistas, pero sí sé que son la más franca expresión de mí misma, sin tomar jamás en consideración ni juicios ni prejuicios de nadie. He pintado poco, sin el menor deseo de gloria ni ambición, con la convicción de, antes que todo, darme gusto y después poder ganarme la vida con mi oficio"


Museo virtual

http://www.recorridosvirtuales.com/frida_kahlo/museo_frida_kahlo.html

La real Frida

http://www.youtube.com/watch?v=1HwyBtneBUM&feature=player_embedded

Frida en Berlín

http://www.youtube.com/watch?v=AbnDBecW4g8&feature=player_embedded