
Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón nació en 6 de junio en Coyoacan, un pueblo de la periferia de la cuidad de México. Fue hija de Matilde Calderón y González, una mestiza católica y de Guillermo Kahlo, fotógrafo judío de ascendencia germano-austrohúngara. El 7 de Julio de 1910 estalla la Revolución Mexicana y Frida Kahlo reivindica ese año como el día de su propio nacimiento.
La niñez de Frida fue muy triste. A los seis años tuvo la polio, lo cual la dejó con una pierna mucho más corta y delgada que la otra, para el resto de su vida. Esto siempre la acomplejó.
A los 16 años de edad Frida Kahlo toma clases con el ilustrador publicitario Fernando Fernández, amigo de su padre. Regresando de la escuela sufre un trágico accidente tras chocar el autobús en que iba sentada contra un tranvía, le produjo como consecuencia unas tremendas lesiones físicas que arrastraría de manera latente a lo largo de su vida (incapacitada parcialmente de forma crónica). Traducidas en insufribles dolores y repetidas intervenciones quirúrgicas (32 en total). Fue sin embargo este hecho circunstancial y dramático, el principal detonante para su dedicación plena al desarrollo de sus facultades como artista, ya que en el largo proceso de convalecencia fue en el momento que perfeccionó la técnica pictórica.








A pesar de las infidelidades, refiriéndose a su marido, Frida decía: "Ser la mujer de Diego es la cosa mas maravillosa del mundo. Yo le dejo jugar al matrimonio con otras mujeres. Diego no es el marido de nadie y nunca lo será, pero es un gran compañero". Por otro lado también decía: "He sufrido dos grandes accidentes en mi vida: uno fue en autobús y el otro Diego". Este tipo de contradicciones son una muestra del tipo de relación turbulenta que tenía la pareja.
"Si tan solo tuviera cerca de mi su caricia. Como la tierra al aire se la da. La realidad de su persona me haría mas alegre, me alejaría del sentido que me llena de gris. Nada en mi ya seria tan hondo, tan final. Pero como le explico mi necesidad enorme de ternura!, mi soledad de años, mi estructura inconforme por inarmónica, por inadaptada. Yo creo que es mejor irme, irme y no escaparme. Que todo termine en un instante, ojala..."
















Las dos Fridas aparecen dos figuras: una vestida con el traje tradicional (con el que se casó) y la otra con uno a la moda de la época; de tal manera que se centra en mostrar la dualidad en Frida, la que Rivera amó y aquella que ya no amaba. Sintetizando este simbolismo con la rotura de la arteria que las unía en obvia relación con ruptura de sendas y propias personalidades.

En lo que respecta a su estilo, se marca como figuración renovada. En 1938 André Breton, principal teórico y fundador del movimiento surrealista, viajó a México a fin de reunirse con Diego Rivera y León Trotsky (antiguo dirigente de la URSS), buscado y capturado por las fuerzas stalinistas y alojado durante su exilio mexicano en la casa del esposo de Frida: Diego Rivera y cuyas ideas se vinculaban con la revolución. Tras llevar a cabo la reunión, en su visita al estudio del comunista soviético y observar un autorretrato obra de Kahlo, quedó realmente impresionado ante su estilo y le ofreció incorporarse a dicho movimiento. Ahí conoce a Kandinsky y a Picasso, así como a otros miembros del círculo surrealista de Breton, incluyendo a Max Ernst, Paul Eluard, Joan Miro. Yves Tanguy y Wolfgang Paalen. Y la invitan a exponer en Nueva York y París.
La pintora no se adscribió en toda su trayectoria artística a la corriente surrealista, pese a presentar su producción una estética cercana a la propuesta de Breton. Ella misma años después afirmó: "Creían que yo era surrealista, pero no lo era. Nunca pinté mis sueños. Pinté mi propia realidad".
Por lo que se refiere a la temática de sus cuadros, en la mayoría de las ocasiones gira en torno a la representación de su propio cuerpo, ya sea en forma de autorretrato cumpliendo unos cánones concretos: mirada fija y pensativa, cejas pobladas y unidas, adusta expresión e hierática posición de su torso y naciente "bigotillo"; o bien intentando plasmar el martirio que suponen en su persona las extremas dolencias físicas derivadas del accidente. Sufrimiento que no empaña de ningún modo el minucioso cuidado de las formas o la portentosa creación de paraísos oníricos inmersos en una naturaleza surreal junto con un toque primitivo y propio del lejano aroma original de los ancestros americanos. Salpicados en la mayoría de las ocasiones con fondos exóticos con exuberante vegetación, animales o flores.




Ella misma explicó su tendencia a retratarse así: "Me pinto a mi misma porque estoy a menudo sola y porque soy la persona a la que mejor conozco."
Además resulta relevante y es conveniente resaltar los tres abortos que sufrió a lo a lo largo de su vida, los cuales afectaban en gran medida su enorme sensibilidad y cuyo dolor sublimaba al verterlo en diversas obras acerca de su experiencia vital. Así el primer aborto y posiblemente el más amargo de todos, la inspiró para la realización de dos de sus obras fundamentales: Henry Ford Hospital junto a Frida y el aborto.
En la última y única exposición que la artista pudo realizar en su país, una vez más Frida escandalizó a la gente. Estando enferma, hizo que la trajeran a la exposición, a la Galería de Arte Contemporáneo en camilla. La dejaron en medio de la sala y ella se dedicó a distraer al público, contando chistes y bebiendo. A continuación se dirigió a la prensa y dijo: "Yo no estoy enferma. Estoy rota." La exposición fue todo un éxito.

Actualmente su obra está presente en la cultura popular y goza de un alto prestigio mundial, que la sitúan como una de las pintoras de mayor reconocimiento del siglo pasado, así como un icono de transgresión y progreso para el colectivo feminista tanto en su original y rompedora estética, como en su independiente manera de ver la vida alejada de la sinergia masculina. Son múltiples en este sentido los reconocimientos hacia su fructífera herencia, ya sea mediante exposiciones retrospectivas, películas (Frida, 2002 de Julie Taymor y protagonizada por Salma Hayek) o referencias a su ingente influencia en otros artistas.
"Realmente no sé si mis pinturas son surrealistas, pero sí sé que son la más franca expresión de mí misma, sin tomar jamás en consideración ni juicios ni prejuicios de nadie. He pintado poco, sin el menor deseo de gloria ni ambición, con la convicción de, antes que todo, darme gusto y después poder ganarme la vida con mi oficio"
Museo virtual
http://www.recorridosvirtuales.com/frida_kahlo/museo_frida_kahlo.html
La real Frida
http://www.youtube.com/watch?v=1HwyBtneBUM&feature=player_embedded
Frida en Berlín
http://www.youtube.com/watch?v=AbnDBecW4g8&feature=player_embedded
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