sábado, 12 de junio de 2010

El arte en el cuerpo

Cuando me vino a la cabeza crear un blog y que el universo (en realidad mis amigos) pudieran ver los maquillajes que realice o las publicidades que intente hacer, no me hice a la idea que también tenia que escribir. Todo parecía muy lindo, haditas, mariposas multicolores, duendes saltando en el bosque y…gente feliz.

Vamos a remontarnos a esa etapa fantástica que fue el Renacimiento y sin pensarlo dos veces, me viene a la cabeza, mi amigo, ba, un amigo y no es argentino, Leonardo Da Vinci. Agrego el retrato por las dudas si alguien llega a co
nfundírselo con Miguel Ángel, que era su archi enemigo pero según consta no era tan campeoncito como el.


Si tomamos en cuenta que el cuerpo humano ha representado uno de los primeros campos de manifestación o expresión artística, es innegable poder asociar a Leonardo con el maquillaje de cuerpo, también llamado corporal, bodypaint, bodypainting o bodyart. Ufff cuantos nombres.

Ambos comunican sentimientos o ideas acerca de una variedad enorme de temas, he inspirado en el cuerpo humano. Da Vinci realizó detallados estudios de la anatomía que posiblemente sean mas impresionantes que sus trabajos pictóricos, entre sus famosos dibujos está el Hombre de Vitruvio, un estudio de las proporciones del cuerpo humano, basadas en modelos reales.



La pintura del cuerpo, es una forma de decoración directa, difundida en todo tipo de culturas y se remonta al paleolítico. Las pinturas recuperadas en las cuevas atestiguan que los hombres de esa época ya conocían los colores de origen mineral como el ocre, con el cual probablemente pintaban las pieles, el cuero, la madera y también el propio cuerpo.



En diversas culturas indígenas, la pintura corporal reproducía los motivos ornamental es que aparecen en todas sus manifestaciones artísticas, y repite los temas decorativos de los objetos de cerámica o madera de uso doméstico.En algunas poblaciones precolombinas creían que las pinturas faciales podían proteger enfermedades, los Wai Wai, un grupo de indios americanos, tenían la costumbre de pintarse el cuerpo de rojo como protección contra los espíritus malignos. Algunos pueblos guerreros recurrían a la pintura del cuerpo, como fórmula mágica para suscitar el miedo en el enemigo y adquirir mayor seguridad en sí mismos.

Si bien Leonardo no se pintaba el cuerpo como los Wai Wai, fue desarrollando habilidades para pintar ropajes a través de sus múltiples obras. Otorgándole gran importancia a la estética de la época y el contexto social o económico de sus personajes.

El maquillaje de cuerpo, también llamado corporal, bodypaint, bodypainting o bod
yart, surgió en el arte vanguardista occidental de finales de la década de 1960, como reflejo de un a nueva conciencia cultural del cuerpo humano, que se manifestaba en una mayor libertad sexual, en la formación de grupos de encuentro, en la moda del desnudo en el teatro y en el estudio científico del lenguaje corporal. Leonardo registró ese tipo de lenguaje, por medio de la fisionomía y la forma en que los humanos registran emociones. La mayor parte del Body Art se caracteriza por recurrir a los happenings o acontecimientos teatrales, que normalmente se registran mediante fotografías o grabaciones; en el caso de Da Vinci sus obras trascendieron gracias al lienzo.

El tatuaje posibilitó a los pueblos primitivos de hacer permanentes las pinturas del cuerpo. Sus funciones eran idénticas a la pintura corporal, constituían el símbolo de la posición social y variaban en cantidad y características según el papel y las actividades desarrolladas en el ámbito del grupo.

Dada la ausencia de la escritura, la comunicación visual [código preciso de forma y de colores], generó que los pueblos primitivos lograran distinguirse de acuerdo al grupo que pertenecían, siendo un medio de reconocimiento de la propia identidad.


El tatuaje como la pintura corporal tenía una función mágica y religiosa y sobre todo si era rica y llena de color, una misión ornamental cuya finalidad era aumentar la belleza y encanto de la persona. Da Vinci inicio una nueva época en la historia de la pintura, no puede ser considerado sólo como pintor, fue el mas universal de todos los espíritus universales del Renacimiento. El interés por Leonardo se ha calado en la piel de la historia y no pretende borrarse con laser. Las multitudes aún hacen cola por ver sus obras más famosas. Sus dibujos más reconocidos se divulgan en camisetas, y los escritores como Vasari [en su tiempo], siguen maravillándose de su genio y especulan sobre su vida privada y particularmente, sobre lo que alguien tan inteligente pensaba realmente.

En 1492 Leonardo ya fue inscripto en el gremio de pintores de Florencia, imagínate un gremio de maquilladores, en la entrada te dan una pastillita mágica para disminuir el ego y a la salida como suvenir el creativo en blanco y negro de Guálter el conejo. [chiste interno para aquellos que leyeron el comic: las aventuras de Guálter el conejo, cuyo creativo es un pincel].

Las Anthropométries realizadas por el artista francés Yves Klein a principios de la década de 1960, pueden considerarse como precursoras del Body Art. Se llevaban a cabo en público con modelos desnudas que se cubrían el cuerpo de pintura, para después rodar o arrastrarse por encima de un lienzo extendido sobre el suelo. Con el tiempo fue adquiriendo un carácter experimental, concentrándose en todos los aspectos corporales, desde las expresiones faciales hasta las funciones corporales y fisiológicas, llegando a tratar enciertos casos el tema de la mutilación y el maltrato físico.


Quizá sin darse cuenta, Da Vinci fue el verdadero precursor del Bodyart, en sus estudios sobre la anatomía topográfica, desarrollo dibujos relacionados a los músculos, tendones y otros rasgos anatómicos visibles; igualmente, dibujó el corazón y el sistema vascular, los órganos sexuales, y otros órganos internos. Hizo uno de los primeros dibujos científicos de un feto in útero. Como artista de éxito, obtuvo permiso para diseccionar cadáveres humanos en el Hospital de Santa María Nuova en Florencia y más tarde en hospitales de Milán y Roma.



Durante las décadas de 1960 y 1970, Viena fue un centro particularmente pujante. Fue allí donde Hermann Nitsch realizó una serie de “acciones” en las que varios ayudantes lo cubrían de sangre; Arnulf Rainer realizó cuadros en los que se pretendía que la enérgica aplicación de la pintura con manos y pies fuera considerada como parte de la obra; y Rudolf Schwartzkogler simuló que se cortaba el pene en una “acción artística”.

Durante la década de 1970 en Estados Unidos, Chris Burden dio una dimensión más angustiosa al Body Art con actos de mutilación como el de dispararse en un brazo, hacer que lo crucificaran en la parte posterior de un coche o cruzar gateando una superficie llena de cristales rotos.

Como artista, Leonardo observó atentamente y documentó los efectos de la edad, estudiando en particular la ira. También dibujó muchos modelos de personas con significativas deformidades faciales o signos de enfermedad.

En Gran Bretaña Gilbert & George han sido los exponentes de una forma menos agresiva. Su Escultura que canta “Bajo los arcos” de 1971, consistía en una danza que realizaban sobre una mesa, mientras cantaban siguiendo la música de un magnetofón, ubicado bajo sus pies. Entre los ejemplos más recientes se incluye la exploración que hace Mona Hatoum de sus propios órganos internos mediante una cámara de video que se introduce a través de todos los orificios, y The Maybe [1995], creada conjuntamente por la artista Cornelia Parker y la actriz Tilda Swinton, en la que ésta yace como si estuviese dormida dentro de una caja de cristal.



El Body Art no presenta un objetivo o una filosofía definida, en su estado embrionario marcó un alejamiento consciente de la idea de arte como objeto permanente y vendible. En sus formas más extremas busca una reacción catártica o escandalizadora o bien forzar a una interacción artista-espectador.






Arte de la publicidad, y publicidad en el arte.

Si tomamos en cuenta que el arte expresa una visión sensible del mundo y la publicidad un objetivo comercial, se preguntaran como es posible fusionarlas, la respuesta es muy simple, la imagen.



Y nada tiene que ver con la imagen no es nada, hacele caso a tu sed. La industria de la publicidad se adentró en el estudio de la belleza y su atractivo universal con el objetivo de provocar y promover como respuesta, el consumo. Impulsó el estilo en la imagen para lograr el control consciente de las ideas, estimulando los diversos sentidos del ser humano. Desde esa mirada, comenzaron a percatarse que el arte tenía mucha similitud con la publicidad, desde los procesos de producción y comercialización, hasta sus discursos que se forjan por la seducción del deseo a través de la imagen.

En 1983, Stuart Even relata en su libro "Todas las imágenes del consumismo" como observó en un puesto de revistas, que la palabra "estilo" aparecía una y otra vez entre los cientos de portadas de todo tipo. Hoy, 27 años después, podemos ver en ese mismo puesto de revistas, en publicidades, obras de teatro, programas de televisión y hasta en la propia pintura, como aquel estilo se transformó en sexo. Como en su momento se pintaban el cuerpo para protegerse de espíritus malignos y Da Vinci expresar a través de la pintura su mirada del mundo, la publicidad necesitaba del diseño.

La primera etapa para propagar un producto fue a comienzos del siglo XVIII al aparecer la litografía, y con ella, el cartel comercial. A finales del siglo XIX los anuncios comerciales dentro de los periódicos, suponían un tercio de los mismos.

En el siglo XX notaron que la sociedad estaba molesta por la fealdad que tenían los productos, entonces surge el diseño como manifestación artística. Las agencias de publicidad ampliaron su campo de acción, enlazando un concepto de imagen entre el producto y la conciencia del consumidor: El estilo. La figura central que desarrolló este manejo de la imagen fue Earnest Calkins. Para la industria del consumo resultó fundamental la idea del estilo: La belleza como nueva herramienta de negocios. Al inicio de la era industrial, el uso de la belleza era escaso o descuidado como factor económico, los bienes de uso decorativo reflejaban más que nada los valores de otra época. Advirtiendo el poder del artista para decir cosas que no se expresan con palabras y convencidos por los progresos artísticos modernos y sus poderes de sugestión, se contrató a un grupo de artistas reconocidos para trabajar conjuntamente con los fabricantes de productos.

El primer paso para hacer atractiva la publicidad, fue hacer atractivo el artículo; los productos eran feos y vulgares. Dado que había que introducir el artículo a vender en la fotografía publicitaria, metieron el peso al fabricante para elaborar bienes o empaques dignos de situarse en el ámbito artístico fotográfico. Se estimuló entonces, el factor "belleza" estimulando el consumo compulsivo creando una insatisfacción por el viejo producto todavía útil, provocando deseos por el nuevo.



La publicidad se convirtió en una máquina de guerra ideológica al servicio de un modelo de sociedad basado en el capital, el comercio y el consumo. La intención era activar las energías del consumidor orientando sus deseos. Así fue que surgió el slogan, que describe el grito de guerra que hermanaba a los miembros del clan, reuniendo simbólicamente como un coro, una canción, las mentes de la población determinando su elección.



A causa de la publicidad, escribía Herbert Marcuse, "Los lujos se convierten en necesidades que el individuo debe adquirir sin pena de perder su estatus en el mercado competitivo, el trabajo y el ocio."

En este momento debería hacer una reflexión de todo lo que escribí y tratar de convencerlos, pero no es la idea. Muchas veces me han tratado de rara por usar el cuerpo como lienzo o perversa por dedicarme a la publicidad. Pero creo que esta bueno ser capaz de generar ilusión. No se trata del cuerpo como cuerpo o el producto como producto, sino en que nos hace felices. Si ves una publicidad del ultimo celular y crees que te hace feliz, porque las prestaciones te permiten comunicarte con un amigo en España o sacarle fotos a tu hijo o escuchar la música que te gusta o llamar a tu mamá para decirle que llegaste bien, entonces la publicidad habrá servido de algo. Y si por unos instantes he sido capaz de alejar los problemas de la gente, y hacerlos viajar por un mundo de fantasía, entonces he logrado más que un simple maquillaje.

Saludos, Lucía Álvarez
Brillo Comunicadores